Cuando por alguna razón pierdes un diente, hoy por hoy existe una opción funcional y muy estética que sustituye los dientes perdidos sin necesidad de dañar o apoyarnos en los dientes vecinos: los implantes dentales.
Un implante es un aditamento de titanio, sometido a un tratamiento especial en su superficie para garantizar la oseointegración al hueso. Se trata de una prótesis médica biocompatible, apta para ser implantada en el cuerpo humano. Por estar recubierto de hidroxiapatita (principal componente inorgánico de los huesos) permite su oseointegración, incorporando el hueso como propio al implante dental.
Esta oseointegración tarda un periodo comprendido entre 2 a 4 meses. Una vez la oseointegración está concluida, viene la segunda fase que es la fase restaurativa, en la cual se adapta una corona estética al componente que esta oseointegrado al hueso, completando así la sustitución de una o más piezas ausentes.
El resultado final es una prótesis estética y funcional que te ayudará a mejorar tu apariencia y masticación.